8.30.2005

DE CREACIÓN LITERARIA



Artículo de Miguel Angel de Rus aparecido en La Opínión de Málaga y en diversos diarios regionales

Ya que acaba el verano y aún no han comenzado las refriegas políticas, pero poco queda, permítanme que les cuente una anécdota literaria. A partir del día 5 de septiembre, dirijo en Málaga el I Seminario de Creación Literaria Ciudad Ducal, organizado en colaboración con la empresa GESTESA.
En el Museo Municipal de Málaga estarán destacados escritores andaluces o que viven en Andalucía, como Andrés Sopeña, Andrés Cárdenas, Francisco Núñez Roldán, Alfredo Taján y José Manuel García Marín. Estos seminarios irán después a Madrid. Como pueden ver, el talante de los autores no es precisamente el de burgueses conservadores. Incluso, de más de uno de ellos podría esperarse que su conferencia tuviera tintes de adoctrinamiento ideológico o anti-ideológico. Sin embargo, y aprovechando que la empresa patrocinadora del evento, Gestesa, está de acuerdo en que los autores hablen de lo que les apetezca, sin la más mínima traba, (lo remarco porque no es usual, no se crean, habitualmente hay que pelear) no le hemos propuesto los conferenciantes ningún tema, sino que hablen de lo que consideren más oportuno. Y aquí llega la sorpresa: se hablará de aprender a mirar (tema mucho más interesante de lo que pueda parecer antes de pensarlo), de novela histórica y fidelidad a la historia, de los consejos de los grandes escritores de todas las épocas, del humor en la novela... nadie ha propuesto un tema con el más mínimo contenido ideológico-propagandístico.
Hagan memoria. ¿Cómo hubiera sido un curso así hace cinco lustros? Alguien hubiera hablado del realismo socialista, de la utopía, de la nueva novela hispanoamericana y de los movimientos revolucionarios. Ahora ya nadie considera necesario debatir sobre tales asuntos, sino que autores tan destacados como los que se mencionan, prefieren hablar de cuestiones que tienen más que ver con el proceso creativo.
Y en el Seminario de Madrid, por lo que he hablado con Luis Landero, parece que la tónica será parecida; dedicación al proceso creativo y al oficio del escritor.
Mientras colectivos más pendientes de las subvenciones (sí, hablaba del cine, ¿cómo lo han descubierto?) siguen debatiendo de cuestiones políticas en forma grupas, los escritores, que sólo dependen de sí mismos, porque casi nadie vive de escribir libros en España, se dedican a la introspección, a buscar qué tienen dentro, y a ofrecerlo lo mejor que saben.
No sé qué conclusión sacar del tema -si la hay- pero la realidad ha cambiado. ¿Las modas pasan? ¿Hemos entrado en la normalidad? Quizá sea mucho optimismo pensarlo, acuérdense de la papeleta que tienen en Cataluña Boadella, Vázquez-Rial, Azúa y compañía.

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